Padre Jaime Rodríguez
Conocí la teología del cuerpo ayudando a organizar el primer curso de Amor Seguro en Roma en 2014, en los días anteriores a la canonización de Juan Pablo II. Fue como un vaso de agua fresca y esperanza, en un momento de duda y sequedad.
En 2016 y 2017 fui capellán del curso de Amor Seguro en Medjugorje. Ahí fui testigo de cómo estas catequesis dan respuesta a los anhelos más profundos del corazón del hombre. Las adoraciones eucarísticas, los testimonios de los jóvenes del Cenáculo, la historia de Patrick y Nancy… completaban perfectamente los contenidos de las sesiones.
En 2018 tuve la inmensa gracia de participar como capellán y profesor en el curso de Tierra Santa. Ahí pude recorrer la tierra que pisó Jesús para enseñarnos nuestra dignidad de hijos amados. Pudimos hablar del sermón de la montaña en la montaña del sermón, de la gracia del sacramento del matrimonio en Caná, de la redención del corazón en el sepulcro desde el que Cristo nos hizo hombres nuevos.
De 2019 a 2022 he tenido la oportunidad de bucear a fondo en la teología del cuerpo con una tesis de doctorado en teología que se titula "el varón padre y la mujer madre, plenitud de la imagen de Dios". He podido profundizar en la belleza de la verdad que alegra y libera.
Durante estos años hemos organizado un curso anual en Roma a inicios de septiembre y todos han sido un espectáculo del Espíritu Santo.
Desde hace unos meses me encuentro en Madrid para seguir divulgando este tesoro.