Jo Croissant nos presenta en esta obra, llena de verdad, belleza y bien, una ayuda a la mujer de hoy. Ella sabe que “el corazón de la mujer es un abismo, que puede ser llenado indefinidamente; pero si está centrada en ella misma, es una catástrofe, permanece siempre en una búsqueda incesante, tratando de encontrar el amor por doquier,” cuando en sí misma tiene un corazón con vocación de amar. “La revolución sexual y la supuesta liberación de la mujer han ocasionado heridas incurables y llenado los corazones de amargura. No se puede jugar impunemente con el cuerpo, el corazón o el alma propios, ni con el cuerpo, el corazón o el alma de los otros…” Estas nuevas tendencias la han llevado a “escapar de la omnipotencia del hombre. La mujer no vio otra solución que ser como él, sin darse cuenta de que, para esto, debía renunciar a su femineidad… Analicemos las consecuencias humanas y espirituales para nuestra sociedad a partir de este hecho. Las mujeres no quieren dar la vida, no están en disposición de sacrificarse para que sus hijos se conviertan en hombres y mujeres plenos y no en seres heridos, colmados de cosas materiales, pero sin lo esencial: una madre que los ame hasta el punto de dar la vida por ellos". "Es fundamental que [la mujer] redescubra su vocación. Porque la suerte de la humanidad depende de ella.”